‘La Promesa’ afrontará un totum revolutum de los grandes de cara a su cuarta temporada en La 1 de TVE, que irá desde el capítulo 492 al 741, garantizando su permanencia en la programación de la cadena pública como mínimo hasta diciembre del 2025. Aún vamos por el episodio 404, que es el que se ofrecerá mañana lunes tras el parón de dos semanas por los JJOO, así que todavía habrá que esperar unas semana para que se produzca el terremoto que se avecina en la ficción de Bambú.
En primer lugar, una fuerte crisis económica sin precedentes azotará a la familia Luján y en ello tienen mucho que ver el desprestigio en el que andan sumidos por culpa de los duques de los Infantes, en venganza por la terrible muerte de Jimena. Eso y un conjunto de malas decisiones en la gestión financiera dan lugar a una situación realmente límite.
Ante ello, Manuel y Curro se adentrarán en un negocio muy turbio para intentar salvar las finanzas de La Promesa a toda costa, pues incluso hay riesgo de que los Luján pierdan la propiedad. Sin embargo, ambos muchachos jugarán en el filo de la navaja. Y eso provocará que la historia de amor del heredero con Jana pase directamente a un segundo plano con alto riesgo de verse truncada. Mala noticia para los fans de la pareja.
Además, la deslealtad de Alonso a Cruz con María Antonia, que aún tiene mucho que dar en la serie, propiciará que el distanciamiento entre los marqueses sea más fuerte que nunca, con una ruptura del matrimonio que llevará a Alonso por un camino muy tormentoso.
Mientras, se producirá un embarazo verdaderamente impensable. Catalina se quedará en estado de buena esperanza tras la reconciliación con Pelayo, que regresa a ‘La Promesa’ en los capítulos de esta próxima semana. Sin embargo, ese acercamiento dura muy poco y pronto romperán ¿definitivamente? Parece que Catalina tendrá que enfrentarse al estigma de madre soltera, pero en el momento más inesperado aparecerá una persona crucial y se echará en brazos de ella. ¿Será Adriano, el labriego?
En paralelo, Curro y Martina irán consolidando su noviazgo poco a poco tras conseguir no ingresar en un convento como así pretendía el conde de Ayala, pero la felicidad también durará poco en este caso. Un nuevo personaje, Julia, se convertirá en la tercera en discordia en este romance y estará dispuesta a ponerles en jaque para impedir que esa relación prospere.
Y por si no fuera suficiente, habrá un radical cambio de roles. Pía, que volverá a palacio tras su falsa muerte, será nombrada doncella personal de Cruz y querrá vengarse de todo lo malo que le ha hecho Petra. Mientras, la señora Arcos, cada vez más denostada incluso por su propia señora, dará un paso adelante, dispuesta a destapar por fin los oscuros y criminales secretos del pasado que esconde la marquesa.
Otro regreso, y por partida doble, será el de Teresa, que retorna a La Promesa en compañía de un misterioso hombre, Marcelo, al que presenta como su marido. Ambos se sumarán al servicio, pero Marcelo no será quien hace creer. Y quedará desenmascarado cuando irrumpa en el palacio una persona que amenaza con echar por tierra su coartada. ¿Pero qué coartada? ¿Qué esconde este señor?
Por último, Vera será víctima de un burdo chantaje por parte de Lorenzo, que descubrirá que es hija de los duques de Carril. Al enterarse del verdadero origen de la falsa criada, el Capitán de la Mata utilizará vilmente esa información para amenazar a la doncella con impedir su boda con Lope. Si quiere que no se vaya de la lengua, tendrá que ceder a sus pretensiones.