Marqués, un caballero rico y poderoso, siempre se enorgullecía de su pequeña y feliz familia. Sin embargo, un día, un rumor inesperado alteró su tranquila vida. Se decía que Catalina, su bella y dulce esposa, había visitado en secreto al señor Rómulo, un hombre anciano y misterioso. Lo que resultaba aún más inquietante era que Conde de Añil, un amigo cercano de Marqués, había presenciado este encuentro.
La situación se complicó aún más cuando el médico le recomendó a Catalina reposo absoluto por su salud. Entonces, ¿por qué desobedeció el consejo del médico para visitar al señor Rómulo? ¿Y qué hizo que el Conde de Añil guardara silencio ante este hecho?
Marqués sentía que se encontraba frente a una cortina de misterio. No podía comprender por qué su esposa actuaba de esa manera. ¿Acaso había una relación especial entre Catalina y el señor Rómulo? ¿O existía una conspiración más grande de la que él no tenía idea?
Las dudas comenzaron a crecer en el corazón de Marqués. Empezó a seguir a Catalina en secreto, esperando encontrar respuestas a sus preguntas. Sin embargo, cuanto más investigaba, más confundido y angustiado se sentía.
Mientras tanto, Catalina mantenía una actitud tranquila y negaba todas las acusaciones. Aseguraba que solo había visitado al señor Rómulo por razones humanitarias y que no existía ningún otro tipo de relación. Sin embargo, Marqués no creía en sus palabras.
La tensión en la familia de Marqués iba en aumento. Otros miembros de la familia también comenzaron a sospechar de Catalina. No podían entender por qué una mujer tan bondadosa y dulce como ella haría algo así.
Marqués se encontraba ante una decisión difícil. ¿Debería enfrentarse directamente a Catalina y exigirle una explicación? ¿O debería seguir ignorando la situación con la esperanza de que todo se resolviera por sí mismo? Si se enfrentaba a ella, temía que su matrimonio se rompiera. Pero si seguía ignorando el asunto, no podía soportar la duda que le atormentaba.
Mientras Marqués vacilaba, el Conde de Añil apareció inesperadamente y le reveló un secreto asombroso. Resultó que el señor Rómulo no era un hombre común. Era un médium con la capacidad de ver el futuro. El Conde de Añil le explicó que el señor Rómulo había predicho una gran crisis que ocurriría en la familia de Marqués, y que Catalina había ido a verlo para encontrar una manera de resolver el problema.
Esta verdad dejó a Marqués completamente atónito. No podía creer que su esposa hiciera cosas tan extravagantes solo para proteger a la familia. Sin embargo, aún no estaba completamente convencido de las palabras del Conde de Añil.