Antes de irse de La Promesa, Amalia decidió dedicar un tiempo a solas con Vera para advertirle sobre el Capitán de la Mata, un hombre de apariencia elegante y cautivadora, pero que ocultaba muchos secretos oscuros. Amalia, con su experiencia y su comprensión de las relaciones llenas de engaños, sabía que el Capitán no era alguien en quien se pudiera confiar fácilmente. Le insistió a Vera que, aunque su apariencia pudiera ser atractiva, detrás de ella se escondía un hombre lleno de maquinaciones y tramas oscuras.
Al principio, Vera, joven y llena de entusiasmo, no creyó las advertencias de su madre. Pensó que el Capitán de la Mata solo era un hombre educado y confiable, con quien se sentía cómoda. Pensó que su madre estaba siendo excesivamente cautelosa y probablemente juzgando erróneamente a él. Sin embargo, todo cambió el día en que, mientras organizaba unas cosas, Vera encontró una carta secreta de Lorenzo dirigida al Capitán. La carta revelaba un atrevido plan del Capitán: él estaba buscando apoderarse de toda la fortuna de la familia de Amalia.
La carta dejó a Vera atónita. No podía creer lo que estaba leyendo, pero después de reflexionar sobre todo lo que su madre le había dicho acerca del Capitán, comenzó a darse cuenta de que su madre tenía razón. A pesar de su fachada encantadora, el Capitán realmente era un hombre lleno de intrigas y no confiable. Decidida a confiar en el consejo de su madre, Vera optó por mantener su distancia del Capitán y comenzó a ver todo lo que sucedía a su alrededor desde una nueva perspectiva, más cautelosa en las relaciones que le rodeaban. Finalmente, la advertencia de Amalia ayudó a Vera a descubrir la verdad sobre el hombre en quien había creído.