1913. El mundo entero está al borde del abismo, pero hay remansos de paz aislados de los conflictos. Como el Palacio La Promesa, en el valle de Los Pedroches, propiedad de los Marqueses de Luján, uno de los mayores terratenientes del país.
Ese día el Palacio se viste de gala para celebrar la boda del heredero, Tomás. Recién terminado el convite, la aparición de un aeroplano atrae la atención de todos. Lo pilota Manuel, hijo de los Marqueses. De repente, el aparato pierde altura hasta estrellarse. Manuel está a punto de ser consumido por las llamas; pero alguien consigue salvarlo: Jana.