‘La Promesa’ se sitúa en su punto más álgido narrativamente hablando en este momento. La gran trama de la ficción de TVE ha estallado. En el capítulo de este lunes, 30 de septiembre, la noticia de la relación entre Jana y Manuel recorre todo el palacio de un extremo a otro y el shock es absoluto como no puede ser de otra forma. Encolerizados se muestran Alonso y sobre todo Cruz con la idea de que la sirvienta pueda ser la futura marquesa de Luján.
No solo entre los señores reina el desconcierto, sino también entre los miembros del servicio, que se quedan impresionados porque nadie, a excepción de María Fernández, sabía nada de esa relación clandestina entre la criada y el futuro heredero del marquesado de Luján.
Sin embargo, a pesar de que su padre le pide que reflexione, Manuel se reafirma en que se piensa casar con Jana cueste lo que cueste y sean cuales sean las consecuencias; dispuesto a renunciar al marquesado y al apellido si hace falta. Aunque, en realidad, Alonso se debería sentir identificado con su hijo, pues él también se enamoró de una criada, Dolores, sin sospechar que es la propia madre de Jana Expósito.
Mientras, Curro le muestra todo su apoyo a su hermana y también a Manuel, desbordados por la presión de toda la familia Luján y temerosos de las consecuencias; en particular de las que puedan venir por parte de una marquesa furiosa que pide que Jana se largue de La Promesa. Esta tensa situación lleva al límite a la pareja, produciéndose una riña entre ellos que puede deteriorar la relación.
Al hilo, Catalina y Martina también les apoyan, aunque esta última con ciertas reservas. Quien también se solidariza con esa relación es Pelayo, que la aprovecha para lanzar dardos a Catalina después de descubrir que está embarazada. ¿Se acabará yendo de La Promesa por esa traición?
Por otra parte, Vera está francamente molesta por la insistencia de su madre en recuperar el dinero que se llevó, pero esa pretensión de la duquesa de Carril es más que imposible, porque el dinero ya no está en su mano, sino en posesión de los marqueses. Habrá un enfrentamiento.
Entretanto, Marcelo se lleva otra bronca de Santos por su inutilidad y Teresa, en este caso se desentiende, mientras que Ricardo sigue sin ver con buenos ojos la estrecha relación entre su hijo y Petra. Por último, el conde de Ayala quiere que Martina se mude con ellos tras contraer matrimonio con Margarita, pero esta habla con su hija que le asegura que eso no va a pasar de ninguna manera.