Esta semana en ‘La Promesa’, el palacio se ve envuelto en una red de emociones intensas y decisiones cruciales que ponen a prueba las relaciones y la lealtad de sus habitantes.

Desde la firme decisión de un amor que desafía las expectativas hasta revelaciones familiares que amenazan con desgarrar la armonía de La Promesa. ¡No te pierdas los avances semanales!

En el capítulo del lunes de ‘La Promesa’, Manuel se enfrenta a la firme oposición de su padre respecto a su matrimonio con Jana, pero él se mantiene decidido, reafirmando su compromiso a pesar de los consejos y las preocupaciones paternales.

La noticia de su relación pronto se convierte en el tema de conversación dominante a lo largo de todo el palacio, sorprendiendo tanto a los miembros de la alta sociedad como a los del servicio, quienes no tenían ninguna sospecha del vínculo amoroso.

Curro, siempre un pilar de apoyo, se coloca firmemente al lado de su hermana Jana y de Manuel. A su lado, Catalina muestra su solidaridad, aunque Martina, afectada por sus propios prejuicios y reservas, ofrece un apoyo más tibio, lo que sugiere una complejidad subyacente en su aceptación del enlace.

Mientras tanto, Vera enfrenta un conflicto personal con su madre, quien insiste en recuperar el dinero que se llevó.

Este problema financiero añade una capa adicional de tensión a su ya complicada vida emocional.

Marcelo, por otro lado, continúa enfrentando dificultades en su adaptación al riguroso entorno del palacio, recibiendo una nueva reprimenda de Santos por errores que parece no poder evitar.

Teresa, observando desde la distancia, decide desentenderse del asunto, exacerbando la sensación de aislamiento de Marcelo.

En otra parte del palacio, las tensiones familiares se intensifican cuando Ricardo expresa abiertamente su desaprobación por la relación entre su hijo y Petra, un desacuerdo que Petra aprovecha para manipular y profundizar la brecha entre padre e hijo.

Ayala, mientras tanto, enfrenta su propia batalla doméstica, deseando que Martina se mude con ellos después de casarse con Margarita.

Sin embargo, tras una conversación madre-hija, Margarita asegura que Martina no tiene intención de mudarse, estableciendo un límite claro que promete generar más discusiones y posibles conflictos.