Alonso, el marqués, ha accedido a que Ayala se quede en La Promesa, pero el joven se queja constantemente de no tener el aprecio de nadie. Se descubre que la duquesa de Carril, siguiendo las órdenes de Lorenzo, está extendiendo el rumor de la infidelidad de Alonso.
Esta revelación revela la manipulación de la duquesa y el peligro que representa para la estabilidad de la familia, poniendo en duda las intenciones reales de su regreso a La Promesa.