La angustia de Manuel por la situación de Rómulo, quien se encuentra en prisión con un estado de salud delicado, no disminuye. Decidido a liberarlo, Manuel elabora un plan arriesgado y se enfrenta al sargento Burdina en el palacio.
La confianza de Manuel en su plan, la desesperación por el estado de Rómulo y la sed de justicia que lo impulsa, configuran un escenario de suspense que mantiene al público en la expectativa.