Teresa y Marcelo, una pareja que una vez fue admirada, ahora solo queda la fachada de un matrimonio. El amor se ha desvanecido, reemplazado por indiferencia y distancias irreconciliables. Sin embargo, ante los demás, especialmente frente a Petra, la madre poderosa de Marcelo, siguen intentando mantener la imagen de una pareja feliz.
Petra, una mujer rica y conservadora, siempre soñó con una familia perfecta. Ella tenía grandes expectativas sobre el matrimonio de su hijo y su nuera. Por eso, el divorcio de Teresa y Marcelo sería un gran golpe para ella. Para evitar problemas innecesarios y mantener la imagen de la familia, deciden seguir fingiendo que son una pareja casada.
Cada día, deben representar una obra. Asisten juntos a eventos sociales, ríen frente a la multitud y tratan de crear momentos románticos para engañar a los demás. Aunque por dentro ambos se sienten agotados y decepcionados, continúan sosteniendo esa fachada.
Sin embargo, el fingir durante tanto tiempo comienza a desgastarlos. Los secretos y las mentiras se acumulan, lo que los aleja cada vez más. En ocasiones, Teresa quiere rendirse, confesar la verdad a Petra, pero teme las consecuencias que eso podría acarrear.
Marcelo también se siente cansado de esta vida falsa. Recuerda los días felices junto a Teresa, pero ahora todo parece un recuerdo lejano. Sabe que continuar de esta manera no es lo correcto, pero no sabe cómo cambiar la situación.
Un día, Petra descubre una pequeña pista que demuestra que la relación entre Teresa y Marcelo ya no es la misma. Comienza a sospechar y decide investigar. Cuanto más indaga, más inquieta y enojada se siente.
Cuando enfrenta la verdad, Petra se siente traicionada. No puede aceptar que su hijo y su nuera la hayan engañado de esa manera. Decide que no los perdonará.
Teresa y Marcelo se dan cuenta de que han llevado todo demasiado lejos. Han perdido la confianza de los que más quieren. Lamentan lo que han hecho, pero ahora ya es demasiado tarde.