Gregorio ha aparecido muerto
Un sargento ha decidido visitar La Promesa para informar a Rómulo de la muerte de Gregorio. «No es de extrañar que tuviera enemigos», dice el mayordomo.
El sargento ha traído una libreta para apuntar toda la información pero Rómulo le pregunta con curiosidad: «¿A qué ha venido a La Promesa?».
El policía le responde: «He venido porque la relación del señor Castillo con este pueblo pasa por este palacio», a lo que el mayordomo le confiesa: «Le aseguro que ese hombre no apareció por aquí, apenas dos visitas esporádicas».
El sargento quiere aportar más datos a la investigación y le pregunta: «¿Con qué motivo vino a La Promesa?», así que el mayordomo le argumenta: «Tenía una obsesión enfermiza por una trabajadora de aquí de La Promesa, Doña Pía Adarre» y añade: «Eran marido y mujer, se casaron durante el tiempo que él estuvo sirviendo aquí».
El policía continúa anotando todos esos datos en el cuaderno, pero Rómulo le informa: «Él estuvo envenenándola durante unos meses».
«Necesitaré hablar con la señora Adarre», expresa el sargento. Sin embargo, el mayordomo muestra un rostro serio y le confiesa: «Lamentablemente la señora Adarre falleció».
Antes de finalizar ese encuentro el policía le comenta: «Y a parte de la señora Adarre queda alguien en este palacio que tuviera relación con el señor Castillo», el mayordomo le responde: «No, le aseguro que no».