El episodio arranca con un giro crucial en la trama: Manuel Luján, uno de los personajes principales, es detenido por la Guardia Civil bajo la sospecha de haber asesinado a Gregorio Castillo. La noticia de su arresto sacude a todos los habitantes de La Promesa, especialmente a su familia. Aunque Alonso, Cruz y Lorenzo intentan por todos los medios impedir que Manuel sea arrestado, sus esfuerzos resultan inútiles.
Este arresto pone a Manuel en una situación desesperada. Es llevado al calabozo y allí, entre las rejas, enfrenta un panorama muy sombrío. El sargento Burdina, el encargado de su detención, le advierte de que las pruebas en su contra son cada vez más contundentes, complicando sus posibilidades de obtener la libertad. La angustia y el miedo se apoderan de Manuel, quien comienza a darse cuenta de la gravedad de su situación